jueves, 24 de marzo de 2011

Le asignaron una habitación con vistas a la calle Pintor Fortuny. —¡Estupendo! —se congratuló, nada más entrar, apartando las cortinas de la ventana—, ¡esta noche alternaré con los fantasmas de las cajeras de El Siglo! Por lo visto, eran guapísimas