miércoles, 9 de marzo de 2011

¡Si Llimona los esculpe en piedra de Montjuïch yo me comprometo a colocarlos en la Plaza Cataluña! —Desde luego, estarían allí mejor que todas esas palmeritas enanas que nos ha plantado usted, don Domingo —terció Salvador de Samà, que además de rico, marqués, diputado y exalcalde era aspirante a la alcaldía.